¿PARA QUÉ?

Yo tengo la respuesta. Pero la pregunta es otra:
"¿Para qué…encontrarnos hasta este 25 de Noviembre?"

Y las respuestas son MUCHAS; para que pudiéramos...

- Conocer la fuerza de un sentimiento puro.
- Reír sin pudor. Sonreír sin condición.
- Llorar a cielo abierto. Escuchar el llanto del alma.
- Tomarnos de las manos y vibrar con un "te amo".
- Mirar al futuro con amor y aterrizar el presente con dolor.
- Sentir la estrechez del tiempo en el corazón.
- Hablar sin reservas, ni mentiras. Por horas...
- Adivinar nuestros pensamientos, sin esfuerzo.
- Tirar al piso la armazón de lo prohibido.
- Mitigar la sed de comprensión que teníamos.
- Respirar al mismo ritmo, pensar en la misma frecuencia.
- Descubrir que tu otro yo, tiene nombre y apellido.
- Fundir dos cuerpos -una única vez- en un abrazo eterno.
- Vivir un día a la vez, caminar pasito a pasito.
- Aprender a decir "HASTA SIEMPRE" con el corazón abierto.

- Y más….

"Dios quiso que nos encontráramos para recordar que vivimos un amor lindísimo en otra vida y que en esta, lo reconociéramos con ilusión y nostalgia para encontrarnos en otra", dijiste. Yo le agregaría, que Su intención era unirnos un ratico y que aprendiéramos cómo disfrutar de un paisaje efímero, de color etéreo. Un paréntesis con puntos suspensivos... 

Si yo hubiese sabido que era capaz de amar a otro ser humano -que no fuera mi sangre- con la intensidad y la naturalidad con la que me enseñaste a amarte, ¡te hubiera buscado hasta debajo de las piedras! Mi Ditto...

Este encuentro y los que faltan, son para recordarnos, que el TIEMPO es amo y señor, que teje en zigzag sin compasión, pero que esta vez nos dio una probadita con sabor a cielo. 

*Ser tripulante de tu piel y dejar en tu puerto un par de besos y en tus labios algunos excesos, ha sido el mejor viaje de mi vida*