lunes, 21 de marzo de 2016

"El hilo rojo"

"Una leyenda antigua cuenta que un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper. Manuel (30) y Abril (23) parecen estar ligados por ese destino infalible. Luego de conocerse en un avión quedan flechados instantáneamente, sienten que son el uno para el otro. Pero el destino hace que se separen y no vuelvan a encontrarse hasta varios años después. Ahora el tiempo ha pasado y ambos han formado sus familias y están felizmente casados con Laura (Guillermina Valdés) y con Bruno (Hugo Silva). Pero el deseo, el amor y el destino los vuelve a atrapar en sus redes para que vivan otro encuentro inolvidable, poniendo en crisis sus valores y creencias sobre el amor y donde surgen preguntas de respuestas difíciles. ¿Se puede amar a más de una persona a la vez? ¿Estar destinado con alguien es siempre algo bueno? ¿Cuándo hay amor entre dos personas el final siempre es feliz?"


“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que sea el padre o la madre de tus hijos. Esa persona con la que asumes el compromiso de estar junto a ella, el resto de tu vida.

Y dicen que hay un segundo gran amor, el definitivo. Una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán siempre alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarán de intentarlo. Se rendirán y regresarán o buscarán a esa otra persona que la sustituya, aunque no fuere la indicada.

Lo más triste del caso, es que en adelante, no conocerán una noche sin que se necesiten mutuamente, extrañando otro beso suyo, u otra conversación, tan siquiera para discutir una vez más, eso es seguro. Los recuerdos adquieren una dimensión superior en el plano emocional, saben que la felicidad hubiese sido infinita y el amor entre ambos no fue transitorio, ni casualidad, fue un sentimiento puro y sin límite.

Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estaban leyendo esto, les ha venido su nombre a la cabeza. Se librarán de él o de ella, dejarán de sufrir, conseguirán encontrar la paz (le sustituirán por la calma), pero les aseguro que no pasará ni un sólo día, sin que deseen en cuerpo y alma a esa  persona y deseen que esté a su lado para alimentar sus sueños, perturbarlos con sus dudas y repasar juntos las esperanzas de ser eternamente felices. 

Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo, soñando y riendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias”.

“Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse. Sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper”.

*No quiero ver esa película…*



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