Día 20: Te siento.

Esa extraña sensación que me despierta en medio de la madrugada: me invade el cuerpo, me oprime el pecho, me socava el espíritu, buscando respuestas que ya conozco y que no quiero escuchar de nuevo… 

4:05 a.m. Respiro. Cierro los ojos, me seco las lágrimas, agradezco a Dios porque estoy viva, estoy sintiendo la sangre circular agitada y puedo sentir tu aliento, tus brazos, tus manos, tus besos y tu abrazo que me arrulla el alma.

4:07 a.m. Ahora, ya puedo dormir. He agradecido a Dios los días maravillosos que me regalás, en medio de carcajadas, experiencias y lágrimas. 

4:08 a.m. Me sale del corazón, una plegaria de gratitud:

*TE AMO Y TE BENDIGO*