sábado, 9 de abril de 2016

Vamos a dejar algo claro...

1. No te puedo enviar o responder mensajes sin tu consentimiento, ni un email, menos una llamada.
2. No se trata que algo sea normal o anormal. Se trata de un estado de sumisión en cadena. A quien le toca bajar la cabeza es a vos, no me pongás en el compromiso de bajarla a mí también, porque no me corresponde. Yo te apoyo, soy tu cómplice y soy solidaria; no tu sombra. El sometido y controlado sos vos, no yo. 
3. Si me vas a contactar para ser el efecto colateral de tu represión, no me busqués más. Se siente horrible y yo a vos no te sometería nunca a esas inconsistencias. 
4. Has abusado de los "3". Dejaron de ser precaución o advertencia. Ahora son prohibición irrestricta. 
5. No volvás a preguntarme dónde o con quién salgo si yo no te lo cuento. No se siente bonito tener que contarte y no poder devolverte la pregunta, sin esperar tu respuesta llena de detalles de tu perfecta vida familiar, llena de "3" para mi. Eso me hace sentir peor que una basura. 
6. He empezado a llenarme de amargura y desazón los fines de semana por culpa de tu silencio. Eso es muy triste...
7. ¿Tiene sentido que sintás curiosidad con quién o adónde salgo si vos estás por la libre de seguir tu vida al margen de mis interrupciones? 
8. Garrick no te volverá a escribir. No vale la pena, porque no lo lees con los ojos del alma, lo lees con prisa y desdén. Montse se cansó de esperar que revisaras sus mensajes. No sé para qué insistís que me comuniqué por ahí si no tenés tiempo de revisarlo o accesar cualquiera de las 2 páginas sin el temor de sentirte descubierto, eso, es igual o peor de conflictivo que una llamada de Whatsapp. No podés tratar de comunicarte conmigo, sin sentirte culpable y vigilado. Detesto provocarte ese sentimiento. 
9. Trav y vos están en una posición poco confortable, pero es tu decisión. Por añadidura, Montse y yo, recibimos las réplicas de esos sismos e inestabilidad. Sólo hay alguien que ejerce cómodamente, un control que yo no tengo porque soportar. ¿Me entendés, verdad? 
10. Definitivamente, tu llamada de hoy, no era mi idea de un afectuoso contacto en un fin de semana largo. Sentite libre de cumplir con tus prioridades, yo haré lo propio, sin necesidad de tus "3". Esos, guardalos en tu lista de hábitos de control personal, no me los heredés, por favor. No acepto yugos ajenos, puedo respetar con prudencia. 



«TRES BESOS, DOS ABRAZOS Y UN TE AMO, TELEFÓNICOS: así te amo yo. A veces con miel, a veces con limón. Con mi boca y mi dolor. Con mi piel y el corazón. ¿Podés decir lo mismo?»






No hay comentarios:

Publicar un comentario