Sonreír con los ojos no duele tanto,
cuando besar con la mirada puedes.
Enamorada estoy de tu barbilla y de tu boca,
aunque todo de ti me vuelve loca.
El amor no se vende, el amor no se compra,
el amor sólo se siente y se afronta.
El sexo se vende y el sexo se compra,
el cuerpo se enciende en luces y sombras.
Nadie comprende cómo me siento,
nadie entiende las trampas del tiempo…
Y pensar que yo sólo quería vivir un día a la vez y amarte como si el mundo se fuera a acabar mañana...
…y si, en estos días necesito que me lo digás más seguido. ¡Me da miedo que se te olvide entre tanto trajín que tenés! Gracias Vicentico por ayudarme a decírtelo...
...y pensando en voz alta: - Creo, que la verdadera magia se encuentra en aquellos seres que poseen algo más que lo banal, que son sensibles a su entorno, esos que irradian Luz y que te llenan de paz la vida y de carcajadas el mundo. Esos que iluminan de color tu camino y te protegen al caminar. - Creo, que el amor más bonito es aquel que te hace pensar, ese que llega a desordenar tu mundo de tal forma que nunca vuelve a ser igual.
- Creo, -firmemente- que el mejor amor es aquel que te cuestiona, que rompe tus normas, que te motiva, que te enseña a volar, ese que no se conforma con las cosas básicas de la vida, ese que no soporta verte andar con miedo y volando bajo, pues ama la grandeza de tus alas y la fuerza de tu espíritu. Ese que te respeta por encima de inseguridades y desconfianzas, te permite vivir sin temores, sin reclamos, sin recelos, ni sospechas infundadas. - Creo, que no basta pensar que se pueda caminar de la mano de alguien que vive sólamente pensando en pulir su cuerpo y su imagen ante el mundo, si para eso se ha olvidado de nutrir su alma, se ha olvidado de sentir, se ha olvidado de vivir...¡se ha olvidado de volar!
*EL AMOR ES UNA MADRE QUE SONRÍE LÁGRIMAS Y EN EL SILENCIO DE UN ABRAZO CLANDESTINO, TE DICE QUE TE EXTRAÑA*
Un domingo más, un domingo menos...lo cierto es que desde hace un tiempo atrás, odio con más fuerza estos días. Son los días más largos, más lejanos, más oscuros.
Son los días que deseo no recordarte, que deseo que no me invada la melancolía. Son los días que quiero huir del mundo y borrar recuerdos. Y también son los días en que más te extraño, te pienso y repaso...
Son los días que, contra mi naturaleza, deseo no haberte conocido nunca...
1. No te puedo enviar o responder mensajes sin tu consentimiento, ni un email, menos una llamada.
2. No se trata que algo sea normal o anormal. Se trata de un estado de sumisión en cadena. A quien le toca bajar la cabeza es a vos, no me pongás en el compromiso de bajarla a mí también, porque no me corresponde. Yo te apoyo, soy tu cómplice y soy solidaria; no tu sombra. El sometido y controlado sos vos, no yo.
3. Si me vas a contactar para ser el efecto colateral de tu represión, no me busqués más. Se siente horrible y yo a vos no te sometería nunca a esas inconsistencias.
4. Has abusado de los "3". Dejaron de ser precaución o advertencia. Ahora son prohibición irrestricta.
5. No volvás a preguntarme dónde o con quién salgo si yo no te lo cuento. No se siente bonito tener que contarte y no poder devolverte la pregunta, sin esperar tu respuesta llena de detalles de tu perfecta vida familiar, llena de "3" para mi. Eso me hace sentir peor que una basura.
6. He empezado a llenarme de amargura y desazón los fines de semana por culpa de tu silencio. Eso es muy triste...
7. ¿Tiene sentido que sintás curiosidad con quién o adónde salgo si vos estás por la libre de seguir tu vida al margen de mis interrupciones?
8. Garrick no te volverá a escribir. No vale la pena, porque no lo lees con los ojos del alma, lo lees con prisa y desdén. Montse se cansó de esperar que revisaras sus mensajes. No sé para qué insistís que me comuniqué por ahí si no tenés tiempo de revisarlo o accesar cualquiera de las 2 páginas sin el temor de sentirte descubierto, eso, es igual o peor de conflictivo que una llamada de Whatsapp. No podés tratar de comunicarte conmigo, sin sentirte culpable y vigilado. Detesto provocarte ese sentimiento.
9. Trav y vos están en una posición poco confortable, pero es tu decisión. Por añadidura, Montse y yo, recibimos las réplicas de esos sismos e inestabilidad. Sólo hay alguien que ejerce cómodamente, un control que yo no tengo porque soportar. ¿Me entendés, verdad?
10. Definitivamente, tu llamada de hoy, no era mi idea de un afectuoso contacto en un fin de semana largo. Sentite libre de cumplir con tus prioridades, yo haré lo propio, sin necesidad de tus "3". Esos, guardalos en tu lista de hábitos de control personal, no me los heredés, por favor. No acepto yugos ajenos, puedo respetar con prudencia.
«TRES BESOS, DOS ABRAZOS Y UN TE AMO, TELEFÓNICOS: así te amo yo. A veces con miel, a veces con limón. Con mi boca y mi dolor. Con mi piel y el corazón. ¿Podés decir lo mismo?»
De día o de noche. Con calor o frío. En la calle o en la casa. En cualquier momento, el líbido emerge cuando te escucho y te leo con detalle.
No hacen falta sábanas frías, porque la temperatura de nuestros cuerpos sube al ritmo de los recuerdos, repasando detalles, recordando cada pulgada de tu carne dentro de la mía, resbalando dentro de mi humedad cavernosa. Tus lamidas en los pliegues de mis labios menores abren paso a tu lengua, que se introduce con cadencia, explorando, complaciendo…hasta que choca con el botón inflamado que te esperaba, que me hace gemir con desesperación y que a cada golpe de tu lengua, provoca que miles de terminaciones nerviosas exploten en un llanto que empapa mi entrepierna…
…y cada día sueño con ese momento donde podamos nadar en pasión toda la noche y el deseo nos consuma…noches de leche y miel.